martes, 2 de enero de 2018

Más seguridad para el Comandante en Jefe

Sebastiana Barráez

Puntodecorte.com

02/01/2018

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana espera, no sin cierta expectativa, la llamada salutación de fin de año, que regularmente ofrece el presidente de la República o el Ministro de la Defensa en cada una de las regiones militares. La última salutación, como todo lo que ocurrió en el 2017, tuvo un carácter particular, que no viene al caso explicar ahora, pero que hace propicio el tema para explicar qué pasó en el evento realizado en el Paseo Los Próceres de Caracas.

Durante el proceso de práctica de la salutación, ocurrido el día miércoles 27 de diciembre 2017, llegó a la misma el Mayor General Alexis José Rodríguez Cabello, quien no tenía justificación para estar allí, pues nada tiene que ver con la preparación de dicha salutación, aún cuando sea jefe de la Región de Defensa Integral (Redi, Capital).
El MG se dedicó a hacer diversos llamados de atención. “Saquen el pecho”, “párese más firme”, “¿por qué muestran esa actitud de desmoralizados?” etc. El alto oficial quiso dar muestras de poder y de liderazgo. La respuesta de la tropa fue aplastante. Varios militares gritaron: ¿dónde están los perniles?, ¿dónde están los juguetes?, ¿dónde está la comida?.

Rodríguez Cabello se molestó y trató de ubicar de dónde provenían los gritos, pero se generó gran confusión y murmullo entre los presentes. No hubo manera de que ubicara a uno solo de los responsables. El oficial no entendió que al fin y al cabo no se trata de a quién responsabilice por el hecho, sino de asimilar la insatisfacción que hay entre los militares de rango bajo por el impacto que reciben de la crisis económica.
En el acto

En el momento en que se realizó el evento, el día jueves 28 de diciembre, hubo hechos resaltantes. Tradicionalmente hay quienes pueden “colarse”, aunque no hayan sido invitados formalmente. Esta vez, el control fue muy rígido. Solo fue permitido el acceso a personalidades invitadas y al Alto Mando Militar. No se permitió la entrada al personal militar en los otros grados ni de otras unidades. Incluso hubo oficiales del Alto Mando a quienes no se les permitió ingresar al acto, como ocurrió con los inspectores.

Se desplegó un fuerte operativo de seguridad a lo largo y ancho de toda la avenida Valle-Coche, en los accesos al paseo Los Próceres y Fuerte Tiuna, el principal cuartel militar del país, incluyendo las alcabalas desde la número 1 a la número tres, que dan acceso al Fuerte Tiuna.

Ubicaron al borde del río Guaire, en el trayecto de las mencionadas alcabalas, a la Guardia del Pueblo en grupo de 6 efectivos cada 50 metros. Ese día el Ministerio de la Defensa amaneció tomado por completo.
Nunca se había visto, en acto alguno, un despliegue militar y de control, tan violento de la Guardia de Honor Presidencial y de la Dirección de Contrainteligencia Militar, portando armas largas en todos los alrededores del patio del Ministerio. En la tarima donde se encontraba el presidente de la República y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada, había ocho elementos de vigilancia.

Aunque esta vez no hubo mención alguna a posibles intenciones de atentar contra la vida del Presidente, en los hechos se reveló el estado de alerta en el que está la inteligencia militar, posiblemente alimentada por lo sucedido con el robo continuo de armas, principalmente el de los dos grandes lotes, con mensajes políticos: el del Ejército Fuerte Paramacay, al mando del capitán (GNB) Juan Carlos Caguaripano, y el de la GNB en Laguneta de la Montaña, municipio Guaicaipuro del estado Miranda, al mando del piloto del Cicpc, Oscar Alberto Pérez.

Al presidente le preocupa, y así lo manifestó, que haya muchos generales en su casa y activos. Y es razonable, porque eso refleja el descontento creciente en la alta oficialidad, tomando en consideración que esos oficiales son generales de brigada y de división.

La cantidad de oficiales de menor rango, quienes solicitan la baja o permisos, que les son negados, crece como la espuma. Eso indica la crisis que atraviesa la institución castrense.
Qué se dijo

Resaltó en sus palabras, el primer mandatario nacional, quien además es el Comandante en Jefe de la FANB, que “preparémonos para continuar de manera permanente desarrollando nuestras operaciones militares para lograr la defensa y la paz de la patria”, dijo refiriéndose al año 2018, luego de que en el año que acaba de terminar se realizaron 236 operaciones militares.

Aunque no quedó claro en qué consiste eso, dijo que “el año 2018 será el año de todas las victorias, de todas las verdades. Será el año del Sistema Defensivo Popular para la Paz”. Y aunque repitió varias veces, como intentando convencerse y convencer a quienes lo oyen de las bondades de ese sistema, no explicó en qué consiste ni qué avances tendrá.

Fue muy enfático Nicolás Maduro al colocar la inclinación en el Sistema Defensivo, como responsabilidad de la Fuerza Armada y una especie de programa sustentado en resolver problemas relacionados a seguridad y defensa, con participación de la población civil. En conclusión, habrá que esperar que el Presidente de la República, el ministro de la Defensa o cualquier otro funcionario de menor rango le explique al país los fundamentos de dicho Sistema para la paz.

Por: Sebastiana Barráez

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